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Son acciones y conductas que atentan contra una persona sustentada en la idea que su género es inferior y/o no cumple con lo que se espera de ella en el ámbito social. La mayoría de la violencia se ejerce hacia las niñas, jóvenes y mujeres por el hecho de ser mujeres. Es principalmente machista y mayoritariamente perpetrada por hombres. La violencia de género no se reduce al golpe, también llamada violencia física. La violencia de género incluye muchas otras formas de violencia que perjudica la vida de las mujeres: las brechas salariales (violencia económica), acoso sexual en la oficina (violencia sexual) o mensajes ofensivos en redes sociales (violencia digital), son sólo algunos ejemplos.
De muchas maneras, por ejemplo:
Asumiendo una responsabilidad respecto a las labores de cuidado. Ordenando, limpiando, cocinando a alguien enfermo, cuidando a alguien mayor. El principal espacio de sobrecarga cotidiana para las mujeres es el espacio doméstico. Ahí esta la principal y primera revolución que podemos hacer.
Cuidarnos a nosotros mismos: nuestra salud, nuestro cuerpo, nuestras relaciones afectivas. La mayoría de los conflictos que hoy aquejan a los hombres se debe a la imposibilidad de pedir ayuda y la tendencia a la autosuficiencia. Si los hombres presentan 4 veces mayor tendencia al suicidio, justamente se debe a que no estamos pidiendo ayuda a tiempo y reaccionamos tarde.
Saber compartir el poder. Si siempre tomo la palabra, aprender a cederla para que otros que hablan menos lo hagan. Si siempre mi compañera toma apuntes, ofrecerme para hacerlo. Si siempre mi amiga sirve el café, puedo servirlo yo.
Parte importante del trabajo que podemos hacer es aprender a escuchar a otras personas, reconocer que no tenemos por qué saberlo todo, que no siempre tenemos la razón, aprender a pedir disculpas y reconocernos incompletos. El problema no es equivocarse, si no la manera cómo gestionamos aquello en lo que fallamos.
Son espacios de reeducación masculina y tienen dos objetivos: desarrollar habilidades socio emocionales
como la escucha y la empatía y construir un sentido de pertenencia junto a otros pares para fortalecer
redes de apoyo.
Existen muchos tipos de círculos de hombres, pero en particular, en Ilusión Viril
trabajamos con metodologías experienciales, es decir, abordamos temáticas centrales del género, como el
poder, el ejercicio de la violencia y el consentimiento, pero se abordan desde lo testimonial y lo
corporal, a través de dinámicas, juegos y ejercicios, tanto grupales como individuales. El foco está
puesto en generar espacios de encuentro entre hombres para sentirse acompañados y poder reflexionar
acerca de nosotros y nuestras conductas.
Es un modelo de enseñanza que promueve experiencias pedagógicas libre de sexismo, es decir, que niños y niñas tengan la posibilidad de desarrollar su potencial y sus talentos independiente de su género. Es importante porque colabora a que niños y niñas tengan las mismas oportunidades y desarrollen sus capacidades el máximo, es decir, potencia una educación igualitaria, pone el centro en la equidad y permite prevenir y sancionar situaciones de violencia, acoso, discriminación y marginación en razón del género de una persona. Es decir, permite que un niño pueda desarrollarse en la disciplina de la danza como una niña involucrarse en la informática y en la ciencia sin ser estigmatizados.